Ana Parres
El
trabajo de MaryBeth Thielhelm es una concentración de experiencias en
diferentes mares del mundo. La fascinación marítima de esta americana de
Connecticut criada en Arabia Saudí, le
ha llevado a pintar durante casi ocho años lo que ella llama el poder
“elemental, incontrolable e ilimitado del océano”. Esta obsesión comenzó cuando
tempranamente se traslado cerca del mar Persa y descubrió su color y su luz
grisácea. El mar árabe, el de Santorini y de Maine si citan una y otra vez en
cada una de sus obras.
Charcoal
Sea. Óleo sobre lienzo
Fue al
mudarse de nuevo a los Estados Unidos cuando redescubrió el Atlántico y se hizo
necesario para ella expresar esa obsesión de alguna manera. La artista no mira
al océano para pintarlo, ella lo recuerda, lo huele, lo escucha e incluso lo
siente chocar debajo de su casa en un palafito.
Une todas las imágenes de los mares que han pasado por su vida en una sucesión
de olas que aparecen como golpes en el lienzo. Como confirmó ella misma, su principal objetivo es expresar en una
única imagen el enfrentamiento de las dos caras de una
verdad universal: la tranquilidad del mar y su crudeza, su
belleza y su brutalidad y el silencio y su explosión de sonido.
Forest Sage Sea. Óleo
sobre lienzo
Los
soportes que utiliza son clásicos, pero a la vez renovados. Paneles de abedul
con sustancias acrílicas que le ayudan a conseguir una superficie aterciopelada
para sus pinturas y materiales no tóxicos y ecológicos para crear sus grabados
al sol mediante fotografías. Los grises
son su mar Atlántico, los verdes esmeraldas son sus aguas persas, la
paleta de azules su Grecia y los salmones son su contraposición al agua, que en
su imaginario artístico no es otra cosa que la arena de los desiertos.
White 0811.
Óleo sobre lienzo
Además de
la importancia personal que tiene el mar en la vida de la artista, esta hace
una reflexión en sus obras sobre el valor medioambiental y político del agua.
Porque además de considerarlo un nexo imprescindible en su historia considera
que al agua es un bien preciado que tendemos a olvidar. Un bien que un
futuro, podría provocar guerras.
Deep
Blue Sea. Grabado solar
Coral
Sea. Grabado solar
La artista
consigue trasmitir una visión profunda del mar y de los detalles que parecen envolverse
en cada una de las olas de su obra. Siempre hace referencia a aguas conocidas
pero construye la idea logrando el difícil equilibrio entre la noción
romántica del mar que da vida y el mar que
la quita. Tal vez por ello, no busca un nuevo tema para sus obras. El mar
está repleto de significados todavía por descubrir. Significados sin réplica.
Significados inagotables.
MaryBeth
Thielhelm actualmente vive y trabaja en New York.
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